The widowed witch (Xiao gua fu cheng xian ji)
China, 2018, 120′
Dirigida por Cai Chengjie
Con Tian Tian, Wen Xinyu, Wang Qilin, Wang Fuyou, Yang Shuyou, Gao Pengcheng, Li Wenfu, Zhao Shulin
Fábulas reales
Por Marcos Rodriguez
Uno de los mejores hallazgos de The widowed witches es el del personaje de la bruja involuntaria. En una China contemporánea, en alguna fría zona rural de aquel país gigantesco, de pronto una mujer despierta y descubre que estuvo al borde de la muerte (de la que, al parecer, la rescató un brujo) y, contra sus propias convicciones, resulta que ahora tiene poderes. Al principio parece un chiste. Al principio parecen puras supersticiones de los demás, que quieren ver en ella cosas que no puede ofrecer. Una y otra vez la bruja se opone a esas ideas ridículas. De la tragedia al humor, del color al blanco y negro, de la denuncia al absurdo, todo entra en esta película. Hasta los muertos que se le aparecen a la bruja reciente.
Hay algo, tal vez, de fábula feminista. Quizá también algo de retrato social. Pero sobre todo hay un deseo de narrar, una fidelidad al personaje que nos lleva más allá de lo sobrenatural. Los personajes se multiplican, los poderes de la bruja crecen y se expanden (sin que ella sepa cómo o por qué) y la película avanza por un lado y por otro, entrando en una microhistoria para pasar a otra, y después a otra y otra. La bruja padece todas las penurias, después todos los honores (que se parecen bastante a las penurias) y termina viviendo en una camioneta que prácticamente le tuvo que robar a quien se la había robado a ella.
Todo es duro, áspero y frío en el mundo de The widowed witch, excepto por esta bruja que va creciendo como personaje a medida que la vemos actuar, primero como viuda, después como bruja. El gran hallazgo de The widowed witches no solo el personaje de la bruja involuntaria (que nos permite entrar como espectadores contemporáneos en el folklore más arcaico con la mayor naturalidad) sino también la articulación de este personaje como mecanismo narrativo que permite recorrer el espacio y las historias de forma transversal, a la vez que se va construyendo como núcleo humano de ese mundo inhóspito.
Todo lo que cabe en el recorrido de esta incrédula convertida en bruja es todo lo que cabe en The widowed witch, desde hombres ambiciosos y aprovechadores a familias desahuciadas, maridos golpeadores, paralíticos cocinados en sopa, lobitos que hablan y probablemente unas cuantas cosas más que se me escapan. Una película que desborda ideas (visuales y narrativas), una película despareja, una película querible, una película que explora. Todo lo que le podemos pedir al cine.
